La palabra consciencia tiene estas acepciones, según el diccionario de la R.A.E.:
- capacidad del ser humano de reconocer la realidad circundante y de relacionarse con ella
- conocimiento inmediato o espontáneo que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones
- conocimiento reflexivo de las cosas
- acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo
En lenguaje coloquial se habla de tomar consciencia, tener consciencia, ser consciente de algo, sea tangible o no; es decir, que puede estar ubicado en una escala que va desde lo material hasta lo inmaterial. Esta graduación es válida para el mundo circundante como para el mundo interno.
A veces se fuerza el idioma y se habla de conscientizar, o en la forma reflexiva, conscientizarse. Esto quizás se encuentra más en el ámbito psicológico, en el que también se habla de hacer consciente lo inconsciente. También cabe citar la expresión crear consciencia.
Cualquiera de estos usos de la palabra consciencia se puede vincular a una o más de las acepciones antes mencionadas.
Está claro que se trata siempre de conocimiento de algo o de alguien en distinto grado y de diferente tipo.
Cuando se supervisa, el conocimiento es un elemento indispensable. La consciencia, también, en el más amplio sentido. Conocimiento profesional por parte de los coaches supervisor y supervisado, conocimiento de la circunstancia a supervisar y de todas las características que ésta comporta, incluidos los protagonistas, el coach, el coachee, y eventualmente hasta un tercero que puede estar involucrado, y los vínculos entre todos ellos. La toma de conocimiento de esta información por parte del coach supervisor refleja su capacidad de reconocer la realidad circundante y de relacionarse con ella.
Desde la indagación que desarrolla el supervisor, a través del coach supervisado, y este último por su relato, ambos están habilitados para tener conocimiento de sí mismos, sus actos y sus reflexiones. Esto, sin duda, les posibilita avanzar conjuntamente hacia las fases siguientes del Método CREAR® de un modo más efectivo.
Así, ser conscientes de los hechos y de las circunstancias, tanto personales como externas -entre ellas, de las limitaciones-, que intervienen en el proceso de coaching facilitará conscientizar y/o conscientizarse de las posibilidades que ya estaban presentes sin ser vislumbradas y de otras nuevas que podrían crearse. Este punto aplica también para el proceso de supervisión en sí, sus protagonistas y el vínculo que establecen. Nuevamente, el hecho de atravesar esta instancia con consciencia o conscientemente promueve el progreso a las siguientes fases del Método CREAR® con mejor preparación, más recursos y mayor factibilidad de éxito final.
En todo este desarrollo también es factible que se haga consciente algo inconsciente, o algún elemento olvidado. Probablemente, suceda por el juego dialéctico que proponga el supervisor, y pueda acontecer tanto a éste como al coach supervisado.
Todo contribuye, si es bien aprovechado, a la posibilidad de crear consciencia, de crear un nuevo conocimiento, producto de un aprendizaje, que permite avanzar un paso más allá, evolucionar, crecer. Esto puede ocurrir al coach supervisado, a su coachee -cuando el primero aplique en el proceso de coaching el nuevo saber creado en la supervisión-, a un eventual tercero involucrado y al coach supervisor.
En 4hara® te acompañamos paso a paso por el Método CREAR® para que logres estos resultados en tus procesos de supervisión. Te esperamos en nuestro próximo programa formativo sobre el Método CREAR®! Si quieres más información, escríbenos!
Aldo Javier Prizmic Kuzmica, autor
4hara®
Marcela S. Pereyra Rojas, Mercedes Moreno Moreno