CÓMO ABORDAR EL RESENTIMIENTO EN UN PROCESO DE COACHING

El RESENTIMIENTO se trata de un estado de ánimo que puede ser reconstruido en términos de una conversación subyacente en la cual interpretamos que hemos sido víctimas de una acción injusta. Una conversación que sostiene que teníamos el derecho moral a obtener algo que nos fue negado o que simplemente merecíamos algo mejor de lo que obtuvimos. Alguien se interpuso impidiendo que obtuviéramos lo que merecíamos, negándonos posibilidades a las que consideramos que teníamos derecho. Alguien aparece en nuestra interpretación como culpable por lo que nos sucede. El espíritu de VENGANZA es un subproducto habitual del resentimiento. El resentimiento permanece escondido. Se mantiene como una conversación privada. Crece en silencio y rara vez se manifiesta directamente.

El resentimiento se nutre de las promesas y de las expectativas consideradas legítimas que, en ambos casos, no son cumplidas.

En el resentimiento hemos quedado atrapados entre el juicio de lo que no solo era posible, sino esperable y justo, y el juicio de facticidad de que nada podemos hacer para mejorarlo.

Guardamos resentimiento contra alguien que nos humilla abusando de su posición de poder, mientras hacemos el juicio de que si reclamáramos, seríamos objeto de “abusos” aún peores, porque tendríamos que pagar las consecuencias.

La persona en resentimiento está afectada por un sentimiento penetrante y permanente y tiene obstruídas o restringidas sus posibilidades de acción.

Quienes son objeto de resentimiento por parte de otros se encuentran rodeados de “arenas movedizas” y de un entorno hostil, que afecta sus intentos de coordinar acciones. La productividad y la calidad de la convivencia se ven afectadas.

A la hora de abordar en un proceso de coaching el RESENTIMIENTO, la ACEPTACIÓN juega un papel clave, Cuando nos relacionamos con nuestro pasado desde la aceptación, somos capaces de vivir en paz pues lo que sucedió en el pasado no tiene necesariamente que repetirse en el futuro. La aceptación acepta fundamentalmente el hecho de que no podemos cambiar lo ya ocurrido y, en cuanto tal, lo declara “cerrado”. Nos permite abocarnos a la tarea de cambiar lo cambiable, frente a lo que nada podemos hacer. Nos coloca en la senda de la transformación de futuro.

Para desplazarnos del RESENTIMIENTO a la ACEPTACIÓN:

  • Identificar los juicios que aparecen en la reconstrucción lingüística del resentimiento y en el examen de sus fundamentos.
  • Nuestra capacidad de hacer una declaración que dé por cerrado el pasado.

Mercedes Moreno Moreno, autora

4hara®

Marcela S. Pereyra Rojas, Aldo Javier Prizmic Kuzmica

A %d blogueros les gusta esto: